Para el próximo 1 de noviembre, a las 11:30 de la mañana, de manera virtual, el Juzgado Segundo Penal Municipal con control de garantías de Soledad citó a audiencia de formulación de imputación al teniente coronel Fredy Leonardo Patiño Patiño, quien al momento de los hechos era el comandante operativo de la Policía de Atlántico. 

La Fiscalía 2 Local Caivas de Soledad solicitó la audiencia para imputarle cargos de acto sexual violento en circunstancias de agravación punitiva en circunstancias de mayor a menor punibilidad en la que resultó como víctima una patrullera de la institución armada. 

Hay que señalar que en un proceso disciplinario por el mismo caso, la Inspección General de la Policía destituyó e inhabilitó por 17 años al teniente coronel Patiño. La decisión fue apelada por la defensa del uniformado y la Dirección Nacional de la Policía tendrá 45 días hábiles para ratificar esa decisión o darle reversa a la misma. 

Los hechos por los que el teniente coronel estará en audiencia de formulación de imputación presuntamente ocurrieron el 12 de noviembre del 2021 en su oficina, ubicada en el Comando de la Policía de Atlántico, en el barrio Los Almendros del municipio de Soledad. 

Al parecer, el alto oficial llamó a la patrullera que laboraba para él y allí le habría hecho tocamientos indebidos a la uniformada. 

“Cuando entré a la oficina él estaba sentado a mano izquierda en una mesa redonda y allí me dijo que si me podía sentar en sus piernas. Allí se levantó, apagó la luz, cuando hace eso yo salí corriendo para el otro extremo de donde él estaba y me arrinconé a una pared, donde estaba el televisor. Allí empezó a tocarme, a besarme por el cuello y es cuando yo siento que tenía un olor a bebidas alcohólicas”, contó la patrullera en ese momento ante los medios de comunicación. 

La uniformada narró en ese entonces que “le decía que por favor que no me tocara. No me dejó salir de la oficina, empezó a tocarse y a decirme palabras obscenas. Cuando yo llegué a la oficina ya él tenía la corredera un poco desabrochada, pero es normal que él anduviera así en su oficina. Se empezó a tocar hasta el momento en que eyaculó y cuando eso pasó y se iba para el baño me decía: váyase”.

Una vez la patrullera salió de la oficina se fue al parqueadero del comando y allí empezó a llorar. Luego se le acercó un intendente para saber por qué lloraba y allí le contó lo que le había ocurrido.

Hay que recordar que una vez se conoció el caso, el entonces Mayor General Julio César González, comandante de la Regional Número 8 de Policía, relevó de su cargo al teniente coronel Patiño.